En las pequeñas aldeas situadas en todos los rincones del territorio español, los niños, ansiosos por jugar desbordando energía y que además disponían de una larga tarde ante ellos buscaban los más sencillos materiales para divertirse en las aceras.
DESARROLLO
Para jugar es únicamente necesario tantas sillas como jugadores haya menos una. El número de participantes es indefinido pero demasiada gente haría que el juego pasase a ser aburrido ya que la mayor diversión llega cuando quedan pocas sillas.
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Para jugar es únicamente necesario tantas sillas como jugadores haya menos una. El número de participantes es indefinido pero demasiada gente haría que el juego pasase a ser aburrido ya que la mayor diversión llega cuando quedan pocas sillas.
Para organizar el juego se disponen tantas sillas como niños haya menos una. Se colocan en círculo o bien juntas respaldo con respaldo en el centro de la habitación. Hay que tener música o una persona que cante una canción.
El juego comienza cuando empieza a sonar la música o la canción. Todos se mueven dando vueltas alrededor de las sillas. En cuanto se para la música o la canción todos deben sentarse en la silla que tengan más cerca.
Pierde la persona que no logre sentarse en una silla. A continuación se retira una persona y una silla y se comienza de nuevo. Vuelve a sonar la música o la canción y a dar vuelta alrededor de las sillas de nuevo. Hasta que pare la música o la canción. Y así sucesivamente hasta que solo quede un ganador.
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